El siguiente artículo de Fátima Prieto nos hace pensar en dicha dualidad...
La primera idea a tener en cuenta es que la formación del bilingüismo es un proceso constructivo y
no acumulativo. No se trata de acumular una lengua sobre otra, sino que
hay determinados aspectos cognitivo-lingüísticos que ambas comparten.
Por ejemplo, si
a nivel cognitivo un niño bilingüe castellano-inglés aprende el
concepto “CASA” (la representación mental podría ser el dibujo de la
imagen) presentará dos etiquetas lingüísticas para este concepto en cada
una de las lenguas: “casa” para el castellano y “house” para el inglés.
Los niños bilingües que comienzan su aprendizaje entre los 0-3 años desarrollan este tipo de bilingüismo precoz compuesto de manera que, para una misma representación mental, utilizan dos códigos verbales distintos (Abdelilah-Bauer, 2006).
JimCummins (1976) expone este proceso de adquisición bilingüe precoz, en su Hipótesis de la Interdependencia a través de la metáfora del iceberg de dos picos.
El niño aprenderá una única vez el
concepto mental al cual asociará dos etiquetas verbales aprendidas en
dos contextos diferentes. Es por ello importante que, para favorecer el aprendizaje precoz del bilingüismo, ambos idiomas se aprendan en contextos diferenciados y separados.
Bien sea diferenciando entre contextos generales (por ejemplo,
familia-escuela) o bien diferenciando entre situaciones comunicativas o
personas diferentes (por ejemplo, si uno de los progenitores se comunica
con el niño en francés y el otro en castellano).
En la Escuela Infantil es importante que
el maestro se dirija a los niños siempre en el mismo idioma y evite
saltar de una lengua a otra.
Si en el contexto familiar se practica el
castellano y en la Escuela Infantil el euskera, catalán o el inglés,
es importante que esta diferenciación entre contextos se mantenga para
evitar confusiones y mezcolanzas interlingüísticas en el desarrollo del
lenguaje infantil. De esta manera, favoreceremos el aprendizaje de ambas lenguas de manera simultánea y equilibrada.
No
obstante, a pesar de que bilingüismo se construya de manera adecuada
(separando la utilización de las dos lenguas en situaciones
comunicativas o contextos diferenciados) es importante tener en cuenta
que la mezcla de palabras entre uno y otro idioma es habitual y normal
en los niños bilingües hasta los 3 años (Harding-Esch&Riley, 2003)
Este hecho hace pensar a muchos maestros y
científicos que el aprendizaje del bilingüismo antes de los 3 años es
perjudicial debido a que el niño puede presentar retrasos o dificultades
en su desarrollo lingüístico por la confusión entre ambas lenguas y
que, por tanto, es necesario adquirir correctamente una primera lengua
para poder incluir una segunda.
Desde esta idea se desaconseja el
aprendizaje de una segunda lengua hasta los 4-5 años, edad en la que el
lenguaje primario o lengua materna ya está desarrollado.
Por otra parte, diversas investigaciones han demostradoque el aprendizaje de una segunda lengua resulta mucho más beneficioso si se inicia durante la primera etapa de Educación Infantil, de manera precoz y simultánea, antes de los 3 años (Sánchez-Reyes, 2000).
Estos hallazgos dejan abierta la polémica
entre lo beneficioso o no del bilingüismo en la primera etapa de
Educación Infantil, ¿sería adecuado iniciar el aprendizaje de una
segunda lengua antes de los 3 años?
http://blogs.unir.net/infantil-primaria/2012/05/30/bilinguismo-en-el-primer-ciclo-de-educacion-infantil-0-3-anos/
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